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 LITURGIA DE LAS HORAS     

MIÉRCOLES  -  SEMANA IV

  HORA INTERMEDIA

TERCIA, SEXTA, NONA
CONFERENCIA  EPISCOPAL  ESPAÑOLA
LITURGIA LAS HORAS DE HOY

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V. Dios mío, ven en mi auxilio.
R.
Señor, date prisa en socorrerme.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.
Amén. Aleluya.
 
 

HIMNO
Te está cantando el martillo,
y rueda en tu honor la rueda.
Puede que la luz no pueda
librar del humo su brillo.
¡Qué sudoroso y sencillo
te pones a mediodía,
Dios en la dura porfía
de estar sin pausa creando,
y verte necesitando
del hombre más cada día!

Quien diga que Dios ha muerto
que salga a la luz y vea
si el mundo es o no tarea
de un Dios que sigue despierto.
Ya no es su sitio el desierto
ni en la montaña se esconde;
decid, si preguntan dónde,
que Dios está
sin mortaja
en donde un hombre trabaja
y un corazón le responde. Amén.

   
 

SALMODIA
Ant. 1. A ti grito, Señor, esperando tus palabras.

Salmo 118, 145-152   XIX (Coph)

Te invoco de todo corazón:
respóndeme, Señor, y guardaré tus leyes;
a ti grito: sálvame,
y cumpliré tus decretos;
me adelanto a la aurora pidiendo auxilio,
esperando tus palabras.

Mis ojos se adelantan a las vigilias,
meditando tu promesa;
escucha mi voz por tu misericordia,
con tus mandamientos dame vida;
ya se acercan mis inicuos perseguidores,
están lejos de tu voluntad.

Tú, Señor, estás cerca,
y todos tus mandatos son estables;
hace tiempo comprendí que tus preceptos
los fundaste para siempre.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. A ti grito, Señor, esperando tus palabras.


Ant. 2. Sabe el Señor que los pensamientos del hombre son insustanciales.

Salmo 93   Invocación a la justicia de Dios contra los opresores
El Señor venga todo esto; Dios no nos ha llamado a una vida impura, sino sagrada (Cf. 1Ts 4; 6-7)


I
Dios de la venganza, Señor,
Dios de la venganza, resplandece.
Levántate, juzga la tierra,
paga su merecido a los soberbios.

¿Hasta cuándo, Señor, los culpables,
hasta cuándo triunfarán los culpables?
Discursean profiriendo insolencias,
se jactan los malhechores;

trituran, Señor, a tu pueblo,
oprimen a tu heredad;
asesinan a viudas y forasteros,
degüellan a los huérfanos,
y comentan: «Dios no lo ve,
el Dios de Jacob no se entera.»

Enteraos, los más necios del pueblo,
ignorantes, ¿cuándo discurriréis?
El que plantó el oído ¿no va a oír?;
el que formó el ojo ¿no va a ver?;

el que educa a los pueblos ¿no va a castigar?;
el que instruye al hombre ¿no va a saber?
Sabe el Señor que los pensamientos del hombre
son insustanciales.


Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Sabe el Señor que los pensamientos del hombre son insustanciales.


Ant. 3. El Señor será mi alcázar y mi roca de refugio.

II
Dichoso el hombre a quien tú educas,
al que enseñas tu ley,
dándole descanso tras los años duros,
mientras al malvado le cavan la fosa.

Porque el Señor no rechaza a su pueblo,
ni abandona su heredad:
el justo obtendrá su derecho,
y un porvenir los rectos de corazón.

¿Quién se pone a mi favor contra los perversos,
quién se coloca a mi lado frente a los malhechores?
Si el Señor no me hubiera auxiliado,
ya estaría yo habitando en el silencio.

Cuando me parece que voy a tropezar,
tu misericordia, Señor, me sostiene;
cuando se multiplican mis preocupaciones,
tus consuelos son mi delicia.

¿Podrá aliarse contigo un tribunal inicuo
que dicta injusticias en nombre de la ley?

Aunque atenten contra la vida del justo
y condenen a muerte al inocente,
el Señor será mi alcázar,
Dios será mi roca de refugio.

Él les pagará su iniquidad,
los destruirá por sus maldades,
los destruirá el Señor, nuestro Dios.


Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. El Señor: será mi alcázar y mi roca de refugio.  
 
 

TERCIA

L
ECTURA BREVE  
1Co 10, 24. 31
Que nadie busque su propio interés, sino el ajeno. De todas formas, cuando comáis o bebáis o hagáis cualquier otra cosa, hacedlo todo para gloria de Dios.

V. Es bueno dar gracias al Señor.
R. Y tocar para tu nombre, oh Altísimo.

ORACIÓN
Señor, Padre santo, Dios fiel, que enviaste el Espíritu Santo prometido, para que congregara a los hombres que el pecado había disgregado, ayúdanos a ser, en medio del mundo, fermento de unidad y de paz. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
 

SEXTA

L
ECTURA BREVE  
Col 3, 17
Todo lo que de palabra o de obra realicéis, sea todo en nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.

V. Te ofreceré un sacrificio de alabanza.
R. Invocando tu nombre, Señor.

ORACIÓN
Dios todopoderoso y lleno de amor, que, a la mitad de nuestra jornada, concedes un descanso a nuestra fatiga, contempla complacido el trabajo que hoy hemos empezado, remedia nuestras deficiencias y haz que nuestras obras te sean agradables. Por Jesucristo, nuestro Señor. 

 
 

NONA

L
ECTURA BREVE  
Col 3, 23-24
Lo que hacéis, hacedlo con toda el alma, como para servir al Señor y no a los hombres: sabiendo que recibiréis del Señor en recompensa la herencia. Servid a Cristo Señor.

V. El Señor es el lote de mi heredad y mi copa.
R. Mi suerte está en tu mano.

ORACIÓN
Señor Jesucristo, que, por la salvación de los hombres, extendiste tus brazos en la cruz, haz que todas nuestras acciones te sean agradables y sirvan para manifestar al mundo tu redención. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.

 
 

CONCLUSIÓN
V. Bendigamos al Señor.
R.
Demos gracias a Dios.