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MIÉRCOLES
DE LA SEMANA I
TERCIA,
SEXTA,
NONA
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V.
Dios mío, ven en mi auxilio.
R.
Señor,
date prisa en socorrerme.
Gloria
al Padre, y
al
Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.
Amén.
Aleluya.
HIMNO
Sólo
desde el amor
la libertad germina,
sólo desde la fe
van creciéndole alas.
Desde el cimiento mismo
del corazón despierto,
desde la fuente clara
de las verdades últimas.
Ver al hombre y al mundo
con la mirada limpia
y el corazón cercano,
desde el solar del alma.
Tarea y aventura:
entregarme del todo,
ofrecer lo que llevo,
gozo y misericordia.
Aceite derramado
para que el carro ruede
sin quejas egoístas,
chirriando desajustes.
Soñar,
amar, servir,
y esperar que me llames,
tú, Señor, que me miras,
tú que sabes mi nombre.
Gloria
al Padre, y al Hijo,
y al Espíritu Santo. Amén.
SALMODIA
Ant.
1.
Bendito eres, Señor, enséñame tus leyes.
Salmo
118,
9-16
II (Beth)
¿Cómo podrá un joven andar honestamente?
Cumpliendo tus palabras.
Te busco de todo corazón,
no consientas que me desvíe de tus mandamientos.
En mi corazón escondo tus consignas,
así no pecaré contra ti.
Bendito eres, Señor,
enséñame tus leyes.
Mis
labios van enumerando
los
mandamientos de tu boca;
mi alegría es el camino de tus preceptos,
más que todas las riquezas.
Medito
tus decretos,
y me fijo en tus sendas;
tu voluntad es mi delicia,
no olvidaré tus palabras.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Ant.
Bendito eres, Señor, enséñame tus leyes.
Ant.
2.
Mis pies estuvieron firmes en tus caminos, Señor.
Salmo
16
Dios, esperanza del inocente perseguido
En
los días de su vida mortal presentó oraciones y súplicas, y fue escuchado
(Hb 5, 7)
I
Señor, escucha mi apelación,
atiende a mis clamores,
presta oído a mi súplica,
que en mis labios no hay engaño:
emane de ti la sentencia,
miren tus ojos la rectitud.
Aunque
sondees mi corazón,
visitándolo de noche,
aunque me pruebes al fuego,
no encontrarás malicia en mí.
Mi boca no ha faltado
como suelen los hombres;
según tus mandatos, yo me he mantenido
en la senda establecida.
Mis
pies estuvieron firmes en tus caminos,
y no vacilaron mis pasos.
Yo te invoco porque tú me respondes, Dios mío;
inclina el oído y escucha, mis palabras.
Muestra las maravillas de tu misericordia,
tú que salvas de los adversarios
a quien se refugia a tu derecha.
Guárdame como a las niñas de tus ojos,
a la sombra de tus alas escóndeme
de los malvados que me asaltan,
del enemigo mortal que me cerca.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Ant.
Mis pies estuvieron firmes en tus caminos, Señor.
Ant.
3.
Levántate, Señor, y líbrame:
II
Han cerrado sus entrañas
y hablan con boca arrogante;
ya me rodean sus pasos,
se hacen guiños para derribarme,
como un león ávido de presa,
como un cachorro agazapado en su escondrijo.
Levántate, Señor, hazle frente, doblégalo,
que tu espada me libre del malvado,
y tu mano, Señor, de los mortales;
mortales de este mundo: sea su lote esta vida;
de tu despensa les llenarás el vientre,
se saciarán sus hijos
y dejarán a sus pequeños lo que sobra.
Pero
yo con mi apelación vengo a tu presencia,
y al despertar me saciaré de tu semblante.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Ant.
Levántate, Señor, y líbrame.
TERCIA
LECTURA
BREVE
1P
1, 13-14
Estad interiormente preparados para la acción, controlándoos bien, a la
expectativa del don que os va a traer la revelación de Jesucristo.
Como
hijos obedientes, no os amoldéis más a los deseos que teníais antes, en
los días de vuestra ignorancia.
V.
Señor, enséñame tus caminos.
R.
Instrúyeme en tus sendas.
ORACIÓN
Señor, Padre santo, Dios fiel, que enviaste el Espíritu Santo prometido,
para que congregara a los hombres que el pecado había disgregado, ayúdanos
a ser, en medio del mundo, fermento de unidad y de paz.
Por
Jesucristo, nuestro Señor.
SEXTA
LECTURA
BREVE
1P
1,15-16
El que os llamó es santo; como él, sed también vosotros santos en toda
vuestra conducta, porque dice la Escritura: «Seréis santos, porque yo soy
santo.»
V.
Que tus sacerdotes se vistan de gala.
R.
Que tus fieles vitoreen.
ORACIÓN
Dios todopoderoso y lleno de amor, que, a la mitad de nuestra jornada,
concedes un descanso a nuestra fatiga, contempla complacido el trabajo que
hoy hemos empezado, remedia nuestras deficiencias y haz que nuestras obras
te sean agradables.
Por
Jesucristo, nuestro Señor.
NONA
LECTURA
BREVE
St
4, 7-8a. 10
Someteos a Dios y enfrentaos con el diablo, que huirá de vosotros.
Acercaos a Dios, y Dios se acercará a vosotros. Humillaos ante el Señor,
que él os levantará.
V.
Los ojos del Señor están puestos en sus fieles.
R.
En los que esperan en su misericordia.
ORACIÓN
Señor Jesucristo, que, por la salvación de los hombres, extendiste tus
brazos en la cruz, haz que todas nuestras acciones
te
sean agradables y sirvan para manifestar al mundo tu redención. Tú que
vives y reinas por los siglos de los siglos.
CONCLUSIÓN
V.
Bendigamos
al
Señor.
R.
Demos
gracias a Dios.